CÓMO REDUCIR LA BRECHA SALARIAL Y CONTAR CON EQUIPOS DE TRABAJO DIVERSOS E INCLUSIVOS

La transformación digital en las empresas se vio acelerada por culpa de la pandemia. Esto agravó la brecha digital que hay entre las distintas generaciones que conforman los equipos de trabajo. Las plantillas actuales presentan competencias, habilidades y talentos digitales diferentes según la edad que tengan los empleados. ¿Cómo podemos reducir esta brecha? La clave está en implantar un plan de formación y desarrollo profesional para los trabajadores.

La brecha digital tiene dos vertientes: la desigualdad creciente entre las personas que tienen acceso a los recursos y el desarrollo de las habilidades digitales. El 80% de los jóvenes, entre 16 y 24 años, cuentan con las capacidades digitales básicas, mientras que solo el 35 % de las personas de entre 55 y 74 años las poseen.

La brecha digital cuenta con habilidades blandas que, igual que ocurre con las soft skills, son muy demandadas por las empresas. Entre las soft skills digitales más demandadas se encuentra la centralización del cliente y la capacidad de aprendizaje. En el caso de las hard skills, son la ciberseguridad y la computación en la nube.

Para poder evitar esta brecha digital, es imprescindible ofrecer a los empleados una formación continua que les permita adaptarse a los cambios y estar constantemente actualizados. Por ello, diseñar un buen plan de formación desde el departamento de recursos humanos va a permitir a la compañía tener una plantilla preparada y muy competitiva en el mercado.

Son muchas las empresas que son conscientes de los problemas que la brecha digital les puede causar, pero no todas han puesto en marcha un plan para hacerle frente. Este problema puede extrapolarse a la sociedad, en general. Una cuarta parte de la sociedad española no tiene manejo con la informática, además de no recibir formación en nuevas tecnologías, a pesar de ser un gran requisito para la búsqueda de empleo.

La brecha digital sigue en aumento en aquellas compañías que no apuestan por la formación de sus empleados. Los líderes de recursos humanos afirman que, muchas veces, adaptar la tecnología a sus procesos es costoso y difícil de aplicar.

Es imprescindible que cada empleado obtenga la formación que necesite, en el formato que quiera. Esto les ayudará a conseguir acelerar el proceso de upskilling y reskilling de los empleados e incrementar su nivel de compromiso con la empresa al sentirse más útiles a la par que aprenden.