LA ESTRATEGIA DE COMUNICACIÓN INTERNA DE TU COMPAÑÍA ¿REACTIVA O PROACTIVA?

Los departamentos de comunicación de las compañías pueden apostar por llevar la iniciativa o estar preparados para reaccionar cuando ocurra algún suceso inesperado. No hay una estrategia mejor que la otra, cada una tiene sus ventajas, por ello, combinar ambas opciones siempre es una buena opción. 

Dentro de la comunicación interna se engloban aquellas acciones que van dirigidas a los empleados, con la finalidad de fomentar el diálogo entre las distintas áreas de la compañía. ¿Cuál es el principal objetivo? Evidentemente, mejorar los resultados de la empresa. Se trata de una manera de integrar y motivar a los empleados y evitar la fuga de talento. Sin duda, es una de las mejores estrategias para que haya una mayor participación y entendimiento, además de la mejora del clima laboral.

Cuando una compañía trabaja correctamente la comunicación interna, los trabajadores conocen mejor las empresas y son capaces de entender y mejorar su rendimiento. La mayoría de empresas, sobre todo, las más grandes, se toman muy en serio la comunicación interna, ya que son conscientes de que la compañía será tan sólida como el nivel de comunicación entre sus empleados lo sea.

Tomar la iniciativa con la comunicación interna tiene sus ventajas. Esta opción permite marcar un estilo de comunicación, establecer una coherencia en los mensajes y explicitar la cultura y los criterios de la compañía. Cuando nos anticipamos, podemos ofrecer a los destinatarios pautas de comportamiento y claves para interpretar los hechos. Pero como ocurre con cualquier estrategia, también hay ciertos inconvenientes. No se puede bajar la guardia en ningún momento y es crucial tener todas las herramientas de comunicación listas para entrar en acción en cualquier momento.

Si, por otra parte, la compañía apuesta por una estrategia reactiva, también tendrá sus pros y contras. Es imprescindible contar con un equipo bien formado, que cuente con los procedimientos y canales necesarios para actuar rápidamente. Es cierto que, muchas veces, la actuación reactiva muestra una idea de comunicación a la defensiva, por ello, no siempre se percibe de la mejor manera por parte de algunos empleados.

El mejor consejo es optar por ofrecer estrategias combinadas y mantener a tu equipo preparado para ambas situaciones. Lo ideal para que el departamento funcione es tener siempre una comunicación fluida y constante, incluso cuando “no ocurre nada”. No hay que esperar a que exista una tensión entre los distintos miembros de la compañía, pero tampoco es necesario estar presente, desde la dirección, en el día a día de todas las personas. Es importante mantenerlos informados de la cotidianidad y buscar un equilibrio. Si solo se comunica en momentos de crisis, esto puede generar inquietud y recelo en los empleados.

Existen 3 claves que ayudan a mejorar la comunicación interna de una compañía: escucha activa, análisis y reflexión. Es necesario tener los oídos abiertos y, especialmente, en momentos clave para la organización y para las personas. Debes analizar los mensajes recibidos, teniendo en cuenta que existen factores que pueden distorsionar la información recibida. Por último, es clave reflexionar sobre este mensaje para dar la idea más clara y ajustada posible.

Las empresas que cuentan con un buen equipo de comunicación interna siempre tendrán la oportunidad de acertar en momentos difíciles para la compañía, independientemente de si su estrategia es proactiva o reactiva.