La importancia de la oratoria en la vida profesional
Exponer en público es algo cada vez más necesario en la mayoría de trabajos y, con ello, aumenta la importancia de la oratoria en la vida profesional.
La gran mayoría de empresas están optando por un trato cercano con los empleados, y esto implica que estos deberán responder de manera directa ante sus superiores y exponer los resultados de su trabajo. Además de esto, la globalización siempre ha aumentado la interacción entre empresas, un contexto donde es vital saber exponer las ideas de manera clara y concisa.
Pero antes de hablar acerca de la importancia de la oratoria en el trabajo y de cómo podemos mejorarla, definamos el concepto.
¿Qué es la oratoria?
Cuando hablamos de oratoria nos referimos al arte de hablar en público de manera efectiva. Se trata de la capacidad de transmitir ideas y mensajes de manera clara, persuasiva y coherente a un público.
La importancia de la oratoria en el ámbito profesional es enorme, sobre todo en diferentes contextos como presentaciones, reuniones, entrevistas… Esto se debe a que permite mejorar la comunicación en el trabajo y establecer una presencia y una voz autoritativa.
En resumen, la oratoria permite comunicar de manera efectiva y, para mejorarla, es importante tener en cuenta factores como la estructura del texto, el lenguaje y la comunicación no verbal.
Importancia de la oratoria en la vida laboral
Con esta definición es evidente que la oratoria es importante en el ámbito profesional de la mayoría de trabajadores. Y es que, aunque se asocia más con perfiles directivos, lo cierto es que cualquier empleado puede beneficiarse de comunicar de manera efectiva para mejorar sus condiciones laborales.
En general, estos son los beneficios que tiene la oratoria en el ámbito profesional.
- Mejora la confianza en uno mismo:
Una de las claves de la oratoria es la capacidad por expresarse bajo presión. Para conseguirlo, es crucial creer en el discurso y en la capacidad de transmitirlo efectivamente. Cuando uno consigue comunicar de manera efectiva es, en gran parte, porque confía en sí mismo y en su capacidad.
- Fomenta el liderazgo:
Contar con un tono autoritativo y saber expresar las ideas de manera clara y con sentido es uno de los factores que favorecen el rendimiento de los empleados. Y es que el hecho de no comprender el motivo de las tareas se traduce en desmotivación, y no contar con un líder que denota autoridad se traduce en procrastinación.
- Facilita la persuasión:
Del mismo modo que un líder que sabe oratoria obtiene mejores resultados, lo mismo se aplica a aquellas personas que necesitan convencer a terceros. Comerciales, profesionales del marketing, dependientes, incluso profesores, la mayoría de perfiles que tratan con clientes se benefician de saber convencer a las personas.
Por ello, formar en oratoria al personal de tu empresa que trate directamente con el cliente se traducirá en unos mejores resultados.
- Mejora la expresión escrita:
Escribir y hablar son dos disciplinas que interactúan constantemente. Muchas personas escriben usando el mismo estilo con el que hablan, por lo que mejorar en este ámbito también significa mejorar la redacción.
Aunque no es tan efectiva como un curso de redacción, lo cierto es que la importancia de la oratoria también se ve reflejada en el momento de expresarnos en un papel. A pesar de esto, únicamente influye en el estilo y el uso de palabras, no en la puntuación u ortografía.
- Fomenta el pensamiento crítico:
Una de las claves de la oratoria es la planificación del discurso. Y para poder planificar un discurso es imprescindible pensar tanto en nuestros argumentos como en las respuestas que podemos recibir. En otras palabras, debemos criticar nuestras propias ideas para poder preparar las respuestas.
Esta forma de pensar fomenta nuestro pensamiento crítico, algo que no solo es importante en el ámbito laboral. Alguien que aprende oratoria, sin duda mejorará su forma de pensar, ya que aprenderá a criticar su punto de vista y a comprender el de los demás.
¿Cómo podemos mejorar nuestras habilidades de oratoria?
1. Preparar un discurso estructurado
Una forma de mejorar nuestras habilidades de oratoria es preparar un discurso bien organizado. Esto incluye definir una introducción, un cuerpo y una conclusión para el discurso, y asegurarse de que cada sección siga una lógica clara y coherente.
También es importante utilizar herramientas como puntos clave y citas para ayudar a enriquecer el discurso y hacerlo más memorable para el público.
2. Utilizar la voz y el lenguaje corporal de manera efectiva
El contenido de un discurso es mucho más que las palabras que vamos a leer. Hacer un buen discurso significa hablar de manera clara y coherente y usar inflexiones y entonación para enriquecer el discurso y mantener la atención del público.
Igual de importante que la voz es emplear el lenguaje corporal de manera adecuada, haciendo gestos y movimientos naturales y controlando la postura para transmitir confianza y seguridad.
3. Aprender a rendir bajo presión
Aprender a rendir bajo presión es un punto que se basa en dos factores: la relajación y la confianza. Aunque van muy ligados entre sí, es importante trabajarlos de manera separada. Trabajar la relajación es más simple a primera vista: tomarse las cosas con tiempo, respirar antes de empezar y controlar las interrupciones durante el discurso son clave.
Pero es difícil estar relajado si no se confía en uno mismo. Una de las claves de la oratoria es asumir que tienes la razón cuando estás hablando. Por ello, sonar convincente cuando comunicas algo que no compartes es muy complicado. Para estos casos, es fundamental trabajar la capacidad de convencerse a uno mismo, ya que únicamente hará falta expresar estos argumentos para sonar coherente ante tu audiencia.
4. Llamar a la acción
Todo discurso tiene un objetivo específico, y no sirve de nada si la audiencia no lo comprende. Aunque se aplica de formas diferentes en cada sector, el hecho de indicar la próxima acción que debería tomar tu auditorio es crucial en la mayoría de discursos, sobre todo los que suceden en el ámbito laboral.
Algo similar sucede con discursos de marketing o política, aunque en estos casos es más importante ser sutil. Hay que indicar qué se espera de la audiencia, pero sin dar una orden específica; a nadie le gusta que le digan qué tiene que hacer.
5. Practicar
Un discurso sin una preparación previa está destinado al fracaso. A no ser que tengas una muy buena capacidad de comunicación y unas ideas muy específicas, lo mejor es contar con cierto grado de preparación.
Esta preparación va desde la redacción de un guion hasta ensayar ante un espejo. Si tienes confianza en ti mismo, saber qué es lo que tienes que decir será más que suficiente. Pero si crees que necesitas mejorar tu capacidad de hablar en público, ver cómo expones te hará saber qué aspectos puedes mejorar.