LA INTELIGENCIA EMOCIONAL EN LA EMPRESA

La inteligencia emocional está en boca de todos hoy en día. Antes, la selección del personal se hacía en base a su experiencia y sus estudios, sin embargo, actualmente las empresas demandan personas que sean capaces de identificar y gestionar las emociones tanto propias como ajenas, personas con habilidades sociales y capacidad de adaptación a distintas situaciones. 

Pero no sólo es importante la inteligencia emocional en los empleados, es una de las características fundamentales de un buen líder. La sensatez y la humanidad son cualidades que todo líder debería tener, si éste no comprende que sus empleados funcionan en base a emociones, no podrá empatizar con ellos, la comunicación con el equipo no será efectiva y será mas difícil alcanzar el éxito. 

Dentro de la inteligencia emocional encontramos cinco componentes a trabajar para dar lo mejor de nosotros mismos: 

  • Conciencia de sí mismo. 

Para poder llevar a los demás, primero tenemos que conocernos a nosotros mismos, ponemos el foco en nuestro interior para entendernos un poco mejor, esto nos permite conocer cuáles son nuestras fortalezas y debilidades para poder ser la mejor versión de nosotros mismos. 

Para mejorar el autoconocimiento, la práctica de Mindfulness es muy beneficiosa, mediante la introspección nos permite aprender cómo funciona nuestro cuerpo y cómo gestionar los sentimientos y las emociones para que no se apoderen de nosotros. 

  • Autorregulación. 

El siguiente paso es la autorregulación, ésta cualidad se manifiesta sobretodo en momentos de crisis, se basa en mantener el control en situaciones de crisis, aprender a pensar las cosas antes de reaccionar para tomar mejores decisiones. Gracias al autocontrol emocional podemos regular mejor nuestras emociones adaptándonos al entorno que nos rodea. 

Un líder que se autorregula mantiene el control en una situación de crisis con su equipo, resuelve el conflicto pensando en las repercusiones y situaciones personales de sus empleados, no los agrede verbalmente y sabe gestionar y calmar al equipo. 

En este caso la meditación mediante la práctica de Mindfulness es muy útil también, la meditación te permite inspeccionar tus sentimientos, verlos con perspectiva y clasificarlos, gracias a esto, en una situación de crisis reconoceremos el sentimiento de «enfado» y lo veremos con perspectiva «Yo no soy sólo enfado, soy un ser más completo y complejo», lo que nos permitirá clasificarlo como un sentimiento negativo ante la situación y podremos responder de manera correcta. 

 

  • Motivación. 

Saber motivarse a uno mismo y a los demás es una cualidad que tienen los mejores líderes. La motivación es necesaria para alcanzar el éxito ya que las personas que trabajan motivadas trabajan de forma constante hacia sus objetivos. Tanto el autoestima como el optimismo y el saber buscar el lado bueno de las cosas son actitudes que ayudan a la motivación, nunca hay que olvidar cuál es nuestra meta y no perder la motivación hasta conseguirla. 

Revisa y actualiza tus objetivos para que te den energía, recuerda por qué haces lo que haces, conoce tu postura y por qué estás tan motivado. Hay que ser optimista y buscar la parte positiva incluso en las peores situaciones. 

  • Empatía. 

La empatía es una de las cualidades más importantes del líder, tener la capacidad de ponerse en la situación de la otra persona y entender e interiorizar sus emociones como propias no es una práctica tan extendida como debería serlo. Además de ayudar a la persona en cuestión se fortalece el equipo y el líder gana respeto y lealtad por parte de éste. 
Un líder empático consigue que las personas desarrollen su máximo potencial, sabiendo cómo van a reaccionar y qué es lo que necesitan. 

Los ejercicios de escucha activa son muy beneficiosos para la empatía, poniéndote en el lugar del otro e intentando comprender su punto de vista. Además es muy importante resonar con la persona que se encuentra en una situación de crisis, hay que ponerse en la misma «longitud de onda» para conectar con ella y ayudarle; si una persona está triste, no puedes ir cargado de energía para intentar animarle, debes adoptar una actitud similar a suya para poder acceder a ella. 

«Trata de comprender antes de ser comprendido»
– Stephen Covey
  • Habilidades Sociales. 

Las Habilidades Sociales son un conjunto de capacidades que nos permiten dar la respuesta adecuada al entorno y relacionarnos mejor con las personas que nos rodean. Estas son fundamentales para desarrollarnos tanto personalmente como profesionalmente, gracias a ellas los que nos rodean entienden como nos sentimos. 

Destrezas muy importantes en los líderes son la resolución de conflictos y saber gestionar los cambios. 

Para desarrollar las habilidades comunicativas se puede realizar un ejercicio en grupo en el que cada individuo debe valorar como responder ante una situación dada, por ejemplo; vas con una amiga la cine y no para de hablar: ¿ De qué forma le comunicas cómo te sientes? de acuerdo con los tres estilos comunicativos (asertivo, pasivo y agresivo), previamente explicados por un instructor. Posteriormente se analizarán las diferentes respuestas viendo cómo han afectado, con el objetivo de ver qué forma de comunicación es más efectiva. 

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