¿POR QUÉ TU COMPAÑÍA DEBERÍA APOSTAR POR TRABAJAR LA RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA?

Desde hace un tiempo, las empresas están apostando por trabajar la Responsabilidad Social Corporativa, pero no todas las compañías se lo toman en serio. Para muchos, solo se trata de una inversión más de dinero que no aporta beneficios. Por eso, vamos a explicar, en este artículo, por qué es tan importante la RSC para tu organización.

Cuando hablamos de Responsabilidad Social Corporativa, nos referimos a la concienciación por parte de una empresa sobre los impactos medioambientales, económicos y sociales que genera en el entorno, cumpliendo la legislación y realizando acciones responsables voluntarias, tanto a nivel externo como interno. Es muy importante que a la hora de desarrollar una política de Responsabilidad Social Corporativa, se integre dentro del plan estratégico de negocio. Debemos entender que, la RSC no es, simplemente, llevar a cabo acciones caritativas o respetuosas con el medioambiente puntualmente, sino que debe ser una filosofía de empresa, que busque garantizar la sostenibilidad y favorecer el crecimiento económico.

Actualmente, los problemas sociales y ambientales son de todos y, por ello, las acciones para mejorar los resultados también son responsabilidad de cada uno de nosotros. Cada compañía debe ser consciente de la importancia que tiene el papel que juegan dentro de la sociedad y del desarrollo sostenible, buscando las preocupaciones e inquietudes de sus grupos de interés para generar soluciones de manera sostenible y voluntaria. Las empresas deben convertirse en entes socialmente responsables y contribuir a la mejora para servir de ejemplo a otras empresas.

Es cierto que, todavía, cuesta identificar cuando una empresa está llevando a cabo acciones de RSC. Los Derechos Humanos y Laborales, la lucha contra el fraude, la protección de la salud, el medioambiente o la protección de los consumidores, son algunas de las dimensiones básicas que engloban las acciones de Responsabilidad Social Corporativa.

Pero, ¿Cómo surge la RSC y cómo se ha convertido en una herramienta para cambiar el comportamiento de la sociedad? En 1987, apareció, por primera vez, el término desarrollo sostenible en el Informe Brundtland, publicado por la Comisión Mundial sobre medioambiente y desarrollo sostenible. Brundtland, primera ministra noruega, junto a otros líderes de países miembros de las Naciones Unidas, hicieron este informe en el que expusieron los términos sostenibilidad y desarrollo sostenible. En 1999, surgió el Pacto Mundial de las Naciones Unidas en el Foro Económico Mundial, donde se marcaron los 10 principios de la RSC.

Estas inquietudes comunitarias se reflejaron en el Libro Verde de la Unión Europea para el fomento de un Marco Europeo para la Responsabilidad Social Corporativa, a través del cual se guían las actuaciones que los gobiernos de cada país de la Unión Europea tienen que fomentar en las empresas de sus países, relacionadas con la RSC.

En los últimos años, la RSC se ha vinculado al desempeño financiero y no financiero de las empresas. La Responsabilidad Social Corporativa afecta al desarrollo de las compañías e influye en los resultados empresariales. Es decir, a más RSC mejores son los resultados empresariales y a mayor RSC más atractivo tienen esas empresas para los candidatos que buscan empleo. Concretamente, la RSC ha identificado un factor significativo en los resultados de las empresas, principalmente, en sectores globalizados y muy competitivos.

Las acciones de RSC transmiten una imagen mucho más amable y auténtica de la empresa y esto sí que tiene un retorno indirecto en forma de fidelización de clientes, proveedores e incluso trabajadores. Los empleados valoran de forma especial este compromiso ético y más si se incorporan políticas denominadas de ‘felicidad laboral’ destinadas a mejorar el ambiente, los horarios y la conciliación familiar.