RETOS DE LA FORMACIÓN ONLINE EN LA NUEVA NORMALIDAD

«La revolución de la formación online ha llegado para quedarse» esta frase ha cobrado más sentido que nunca a raíz de la situación actual en la que hemos tenido que buscar alternativas virtuales para seguir con nuestra vida normal.

Hemos vivido cómo pasar los procesos de formación al ámbito digital, además de ser una solución para la situación actual, tiene muchas más posibilidades y futuro.

Sin embargo, sigue siendo algo nuevo y cuesta ser aceptado, por ello, hay que reinventar la forma en la que impartir las clases.

Antes, las presentaciones funcionaban como soporte, centrando la atención en el orador, sin embargo, mediante las videoconferencias, la protagonista es la diapositiva, es por ello por lo que hay que adaptarlas a esta nueva forma de enseñanza, creando un contenido más ameno y atractivo visualmente para mantener la atención de los alumnos.

Una vez que nos acostumbremos a esta forma de enseñanza, podemos disfrutar del resto de beneficios que este tipo de formación nos proporciona.

La nueva normalidad va a estar llena de cambios en nuestra forma de actuar, tanto en la calle, como en casa, con nuestros amigos y familiares y por supuesto en nuestro trabajo.

Aquellos espacios en los que se reúnan personas que proceden de diferentes hogares y que utilizan distintos métodos de transporte para llegar hasta ahí, será en los que habrá que tener especial cuidado para proteger a nuestros seres queridos. Es por ello, que la formación online, además de haber sido una gran solución durante el confinamiento, debe seguir aplicándose para reducir los riesgos al mínimo.  

No debemos olvidar que la formación online no es solo una solución provisional, sino que tiene múltiples ventajas.

Recordemos que dentro de la formación online existen diferentes tipologías,  existen moocs o video-formaciones grabadas, donde los estudiantes consumen contenido de aprendizaje en formato audiovisual pero sin interactuar con otras personas. Por otro lado, existe la formación en vivo, donde los alumnos interactúan directamente con el profesor a través de un aula virtual o programa de videoconferencia.

Dentro de esta formación en vivo, encontramos la formación online personalizada, teniendo esta las características de una presencial: cercanía, seguimiento de los alumnos, adaptación del contenido a las necesidades específicas de la empresa….

Podemos escoger al mejor profesional en la materia para impartir las clases, independientemente de dónde esté, ahorrando costes de desplazamiento tanto para el profesor como para los alumnos. Además, las formaciones pueden ser tanto grupales como one-to-one, dependiendo de las necesidades de tus empleados, por ejemplo, si quieres formar a tus empleados en francés, la mayoría necesitan subir el nivel pero un empleado quiere centrarse en francés para negocios, se harían dos formaciones separadas, una grupal para subir el nivel de los empleados y otra one-to-one para el francés de negocios.

¿No sabes que tipología se adapta mejor a las necesidades de tus empleados? Nosotros te asesoramos mediante una auditoría gratuita y la gestión de la bonificación de Fundae. ¿Hablamos?